Otra perspectiva (artículo en desarrollo, ya casi casi
terminado)
Por: Paulino Martínez Vara
Les invito
a que hagamos un viaje que cumpla con ciertas propiedades: 1) que observemos a la
comunidad mundial en sus territorios, países y poblaciones que conforman, 2) a
una distancia tal, que observemos a la infraestructura pero no a las personas, 3)
que podamos “filtrar” lo que queramos ver y, 4) que podamos incrementar “la
velocidad” con que transcurre el tiempo de la comunidad mundial. Esto es,
imaginemos que tenemos una “película” del mundo con resolución tal, que sólo vemos
la infraestructura que deseamos y la podemos “organizar” a nuestro antojo (si
queremos, podemos ver todas las ciudades y poblados o ver una ciudad en
particular y, además, podemos pasarla rápidamente o lentamente, según queramos,
ah, además en “tercera dimensión”).
Veamos el
mundo a partir del descubrimiento de América. En Europa, veremos ciudades
planas, sin edificaciones altas, una que otra resaltará, el tráfico de embarcaciones
pequeñas que se incrementa más y más, la aparición de “claros” en los bosques y
selvas, producto de la “actividad agrícola, maderera y “leñera”; algunas
ciudades crecen, lentamente para lo que estamos acostumbrados. En “América” de
repente, se transforma el paisaje, donde había “chozas” aparecen edificaciones
que no existían y se forman “ciudades” a la usanza Europea (con calles
perpendiculares) y unas cuantas con calles ondulantes; aparecen “caminos”,
algunos rectos y otros serpenteantes uniendo “ciudades” con “ciudades” y “ciudades”
con puertos; surgen “fortificaciones playeras”. Nos llama la atención que el
tráfico de embarcaciones al continente “Africano” se ha incrementado y que en
África no aparecen ciudades como en los otros continentes. En “América” aparecen grandes
rectángulos con un verde diferente, la agricultura y ganadería extensivas están
presentes; muchos barcos van del África a los continentes “agrícolas” y de
estos, al resto del mundo ¿qué
transportan esos barcos desde África? ¡Esclavos!
En América
del norte se forman más y más ciudades planas y siempre, la actividad agrícola
y la “ruta de esclavos” están presentes. En Europa, las ciudades tienen mayor
altura pero no crecen como las de América del norte; de repente ¡el humo!, aparece un humo que
antes no existía, emerge de tubos que penetran los cielos; ahora, las ciudades
crecen como nunca antes lo habían hecho. El binomio (humo, crecimiento) es la
moda, los pequeños poblados dejan de crecer como lo hacían y donde hay humo, la
ciudad crece y crece. Las rutas entre las ciudades con “humo” tienen mayor tráfico,
el humo es una plaga, se disemina desde Europa y, como si se enclaustrara en
las embarcaciones, llega a América y ocurre lo mismo, el binomio (humo,
crecimiento) se presenta.
El mundo
tiene una nueva enfermedad, cada vez más y más manchas de cuadrículas de verde
pálido reemplazan a los bosques y selvas, por aquí y por allá aparecen los
tubos que exhalan humo negro y alrededor de ellos o sus inmediaciones, las
ciudades crecen aceleradamente.
En la ruta de esclavos se disminuye el tráfico y
Nuevamente, algo diferente, aparece el humo en los océanos y estelas blancas
que nunca terminan de alcanzarlo.
Las
ciudades con humo adquieren altura, ahora, algunas crecen hacia arriba y continúan
creciendo aplanadas en ciertos sitios de la periferia. Ahí, ahí, un gusano
humeante crea nuevas rutas, entre las ciudades con humo y entre las zonas con
verde pálido. Los gusanos humeantes se multiplican desde sus nidos, donde
copulan continuamente y crecen y se parten en otros gusanos que cobran vida.
Donde hay ciudades humeantes, siempre, en algún momento se presentará la plaga
de los gusanos, el humo atrae a los gusanos humeantes.
Hay muchas
regiones donde los gusanos sólo van de las ciudades más grandes a los puertos y
regresan, no hay tantos gusanos para que logren multiplicarse –un niño que nos acompaña grita: ¡trenes!–
Las
chispitas que se veían tanto en tierra como en los océanos, ahora son chispotas
con una distribución de diferente, se concentran en las rutas del humo.
Las ciudades empiezan a crecer alrededor de las
industrias siderúrgicas, aparecen puntos que se mueven más rápidamente y cada
vez con mayor frecuencia, los automóviles; el hierro, por segunda vez en la
historia de la humanidad se hace presente para transformar la dinámica de los
poblados, el fenómeno industrial genera un cambio sin precedentes en la
historia de la humanidad, los poblados se concentran alrededor del humo, es la
época del humo, explosiva, los bosques desaparecen cada vez a mayor velocidad, vemos
“animales” come bosques, come selvas y siempre, el humo en ellos. Es la segunda
etapa del “domino del fuego”, no fue el hierro lo que se “dominó” fue el hierro
y el fuego. Si antes las ciudades crecían cercanas a las zonas agrícolas, ahora
también crecen donde hay chimeneas, las chimeneas se distribuyen en las
inmediaciones del hierro. De repente las ciudades se iluminaron, dejaron el
opalescente color nocturno para dar paso al resplandor, surgen nuevas ciudades,
donde hay cobre llega el ferrocarril y las ciudades se establecen.
Las
ciudades continúan creciendo hacia los lados y hacia arriba, entre más cercanas
al humo, más altas, aparecen más y más embarcaciones y las chispas son un
relampaguear terrestre, aparecen las vías, las carreteras, los aviones… y una
estructura no conocida se hace presente, es una estructura móvil que genera
chispas y fogonazos, poco dura, pero mientras está presente las ciudades han
dejado de crecer, una nueva enfermedad, los poblados expulsan manchas y no
crecen –es la primera guerra mundial–
Pasa unos minutos y las ciudades poco a poco recuperan el ritmo, algunas siguen
enfermas, otras se recuperan más rápidamente y, luego, otra vez las manchas,
los destellos y los fogonazos, algunas ciudades crecen rápidamente y otras, las
más enfermas, casi desaparecen, hay chispas en los aires y de repente, un gran
resplandor y luego otro, todo se aquieta y como si volvieran a erguirse, regresan
las manchas a las ciudades, aunque en menor cuantía y, nuevamente, recobran el
ritmo, es la época de las carreteras, de las vías y rutas marítimas; mediante
ellos se alimentan las ciudades y crecen los poblados, aparecen uno y otro y no
cesan de aparecer, algunos aparecen y mueren al poco tiempo, como es costumbre,
la enfermedad del verde pálido es cada vez mayor, ahora hay una nueva y
devastadora plaga, las grandes ciudades expelieron “una cruza de gigantescos
escarabajos con luciérnagas” que comen la selva día y noche, en algunas
regiones sólo el verde pálido está presente.
¡Espera, espera, algo ocurre! Las ciudades de los minerales han
dejado de crecer como lo hacían y otras ciudades que no crecían, ahora lo hacen,
no hay minerales y crecen y crecen y crecen, nuevos flujos eléctricos se
presentan pero tienen una particularidad, no van de las plantas generadoras de
corriente eléctrica a las ciudades, sólo van de ciudades a ciudades y se
ramifican en la ciudad uniendo cada edificación, como nervaduras de insectos
con múltiples ganglios cerebrales –el biólogo: las ciudades evolucionan, ahora desarrolla su sistema nervioso– además, nuevas y más amplias
carreteras, más vías de comunicación de todo tipo –es la época de la comunicación–
Aparecen largos tubos que unen la nada con ciudades (como largos popotes para
alimentarlas), mira allá, como esos poblados cambian su fisonomía, se
reorganizan. Ah, ah, ahora se mueven, ¡sí, se mueven! algo espectacular, esas “industrias”
cobran vida, son itinerantes y mira cómo siempre se desplazan hacia las zonas
geográficas de ciudades grises con alto crecimiento y las hacen “estallar” y
luego, se van –Nuevamente el biólogo: siempre las células que se mueven, depredan–
Detengámonos
aquí y regresemos la película y pasemos la última parte más lentamente.
Regresemos hasta el inicio de la llamada época
de la comunicación y observemos qué ocurre en todo el mundo. Ciertas ciudades crecen y cambian
su fisonomía, otras son grises, como si crecieran enfermas. Las que tienen más
y mejores “medios de comunicación” crecen más. La enfermedad de la mancha verde
pálido, no crece en las zonas geográficas donde abundan las ciudades con
crecimiento vigoroso, hasta se retrae y aparece el bosque. En las zonas
geográficas donde las ciudades crecen “grises” no sólo aumenta el verde pálido,
la enfermedad es peor, una mancha negra, café o amarillenta, se presenta (la
desertificación). Ah… mira cómo se invierten los flujos, ahora van en mayor
cuantía de las ciudades vigorosas a las grisáceas y las manchas itinerantes
siempre van a las ciudades grisáceas, las cuales resplandecen y después, más
grises aún. Espera, detente ahí y
observen. Una nueva enfermedad, en todas las ciudades grisáceas aparecen
grandes manchas obscuras y, por lo común rectangulares, con una estructura en
uno de sus lados, siempre situadas en las zonas con las mejores vías de comunicación,
llegan “coches y camiones” y se van, es una terrible enfermedad porque la
ciudad crece pero con manchas grises y cada vez, sólo son vigorosas las, las –un
biólogo grita ¡garrapatas! pero una señora le dice ¡no, son los centros
comerciales! – Otras ciudades crecen y crecen y se ven vigorosas, las carreteras
aparecen con varios pisos...
Si vemos antes y después, algo cambió ¿Qué
cambio, qué es lo que cambia en cada momento que los ritmos cambian? Recuerda
lector, que nosotros no tenemos acceso a lo que ocurre en las ciudades, sólo
somos espectadores externos, así que formulemos hipótesis.
En primer lugar, observamos que surgen nuevos
“polos de atracción” sin que los anteriores desaparezcan, quizá se transformen
o se vuelvan itinerantes (saben, el mayor
tráfico no es el de los enervantes y estupefacientes, es el de ¡la pobreza! en
la actualidad, se reemplazó el tráfico de esclavos por el trabajo de los pobres,
aunque físicamente es diferente, conceptualmente es equivalente, ahora no se
llevan a los esclavos a trabajar, aparecen las industrias donde están, porque resulta más barato
transportar productos que transportar y mantener esclavos), pero
regresemos donde estábamos, es un hecho la
aparición de nuevos “polos de atracción” que generan poblados con grandes
crecimientos ya sea en altura, extensión o comunicación, aparecen en cualquier
sitio no asociado necesariamente a recursos “naturales”, existen manchas que
antes eran verde pálido y ahora son verde oscuro. Los poblados “grises” son
cada vez más opacos y siguen creciendo, casi siempre de forma plana; sus vías de comunicación, con lo que se nutren,
son enfermizas. Estos poblados siempre están rodeados de manchas verde pálido,
cada vez mayores, junto a las manchas verde pálido, los desiertos crecen… ¡qué
ocurre! Algunos poblados están enfermos y otros no…
Hagamos una
reflexión y lancemos hipótesis.
Pongamos todos los poblados un plano y
separados en proporción directa con su distancia y en proporción inversa a los
medios de comunicación que tengan entre ellos. Elijamos cualquier momento como
tiempo inical, veremos que los poblados se comportan
como autómatas celulares.
ü
El
crecimiento de los poblados se comporta como autómatas celulares.
ü
El
crecimiento siempre está asociado a atractores.
ü
Los
diferentes patrones de crecimiento, de los poblados, se deben a las reglas de
los autómatas celulares.
ü
Las
reglas que definen los autómatas celulares, determinan los atractores y su
naturaleza.
o
El
atractor no se define por sí mismo, es consecuencia de las reglas de los
autómatas celulares, por lo tanto, hay reglas que generan atractores “grises” y
reglas que generan atractores “vigorosos”.
ü
Los
atractores tienen vida finita y se pueden regenerar a través de nuevas reglas.
ü
El
crecimiento acelerado ocurre cuando los atractores “viejos” y los atractores
“nuevos” coexisten.
ü
Dos
o más comunidades de autómatas celulares diferentes pueden coexistir en un
mismo espacio.
ü
Cuando
dos o más comunidades de autómatas celulares interactúan, se comportan como
autómatas celulares de orden superior.
ü
La
relación entre países se comporta como autómatas celulares de orden dos, en el
que los poblados son las células.
o
La
“relación” entre los “países” siempre está asociada al crecimiento de al menos
uno de sus poblados.
o
El
radio de vecindad para una “célula” es función de los medios de comunicación y
de la intensidad de uso con otras células.
ü
La
infraestructura y uso de comunicaciones acorta la distancia entre células de la
población, comportándose como células cercanas a las cuales se les aplica las
reglas de vecindad.
o
La
infraestructura de comunicación crece sinérgicamente con el crecimiento de los
poblados.
§
Los
poblados mejor comunicados son más poderosos y más estables.
ü
Cuando
dos o más poblaciones de autómatas celulares interactúan (se comunica) se
generan reglas de mayor jerarquía que son heredadas a las poblaciones locales.
o
Cuando
las poblaciones de autómatas celulares se comunican, existen dos reglas, las de
las poblaciones como autómatas celulares y las que rigen a cada población,
cuando entran en conflicto las reglas, siempre imperan las meta reglas de las
poblaciones.
ü
Cada
célula tiene una “densidad” que se
interpreta como el gris que le corresponde, a mayor densidad, más obscura, la
intensidad del color depende de la intensidad de interacción y del radio de su
vecindad.
ü
Todos
los poblados tienen un conjunto de imágenes en el verde.
ü
Mientras
más tenue es el gris, más pálido y extensa la mancha verde que le corresponde.
Un
corolario importantísimo es que hay reglas que generan atractores grises, en
consecuencia, poblados grises y que por más que crezca el poblado, el poblado
será gris.
Esta
observación del “mundo” ligada con el desarrollo es controversial y generará
conversaciones en quienes pretendan explicar a partir de antecedentes
históricos, por qué muchos países tienen la mayoría de sus poblados grises. Mi
objetivo es otro, aceptar los hechos, determinar las reglas generadoras de
poblaciones “vigorosas” para cada categoría de poblados, conocer las reglas de
interacción entre poblados y “parar” la película, aplicar las nuevas reglas y
echar a andar el proyector nuevamente.
También y
sin pretensión inicial, exigir el resarcimiento del daño infligido,
principalmente, a las comunidades africanas, australianas y algunas hindúes y
americanas, que más que una pérdida territorial e intervención, experimentaron y
continúan experimentando una pérdida en su ser[1].
Entender la
dinámica de los poblados desde esta perspectiva nos permite identificar y definir
las reglas a través de las cuales lograremos un desarrollo “vigoroso” y nos sureará (en vez de orientará) en identificar las funciones
que deban realizar nuestras organizaciones e instituciones para mantenernos en
esta dinámica y bajaremos este
quehacer hasta la actividad de nosotros, los individuos.
No existe
un momento a partir del cuál cambiaron las propiedades cualitativas de la dinámica
mundial, es un hecho que cambiaron y este cambio, con aparente caos, es
observable con otra geometría desde
la cuál podemos interpretar los fenómenos mundiales con una resolución de “estructuras”
y su interacción, porque estas “estructuras” son las unidades funcionales que
interactúan en esta nueva dinámica mundial, llamada, la Aldea Global, cualquier
poblado que internamente quede aislado de esta dinámica, seguirá siendo un
poblado gris.
Este cambio
también modifica la naturaleza del ser y quehacer político, el quehacer
político afecta tres grandes “capas” y sus interacciones longitudinales y
transversales, la capa de los ciudadanos, la capa de las estructuras, la capa comunidades
virtualmente aledañas (otros países).
Además, para los países como el nuestro, este espacio de acción es más complejo
ya que tenemos capas segmentadas, segmentos grises y segmentos vigorosos e
interacciones entre ellos, con todos los rangos que imaginemos.
¿Queremos
una Nación con una mezcla de poblados vigorosos y grises o queremos una Nación
con poblados vigorosos? Si queremos una Nación con poblados vigorosos (para
cualquier propósito es conveniente), requerimos una estrategia para transformar
los poblados grises en poblados vigorosos y al menos mantener el ritmo de
crecimiento de los poblados vigorosos.
¿Cómo le
hacemos?
Los programas
de desarrollo regional para los países del tercer mundo no han impactado en la
estructura productiva de manera tal que posibiliten el desarrollo a la tasa
actual del crecimiento, ni siquiera han impactado en la primera capa, en los
ciudadanos. Por un lado, no hemos
logrado una estructura que produzca los bienes y servicios que requieren y por
otro, la percepción de bienestar ha evolucionado más rápidamente que el
bienestar logrado para esos grupos. Si bien es cierto que se requieren
programas de asistencia social en los ámbitos de nutrición, salud y educación,
también se requieren programas que generen estructuras que permitan la dinámica
para su desarrollo.
En su mayoría, los programas de desarrollo son programas que aíslan a las
comunidades sin infraestructura y promueven medios de auto subsistencia con una
dinámica endeble, lo cual les condenan a mantenerse en el subdesarrollo y con
un crecimiento poblacional aún mayor que ocasiona una caída en su calidad de
vida.
Sospecho
que la mayoría de los programas de desarrollo están “inspirados” en una percepción del mundo subdesarrollado y
no en una visión del mundo desarrollado con las condiciones actuales de
población, estructura, comunicación y tecnología y, considerando como
condiciones iniciales, las del subdesarrollo.
Es como si
no existiera un objetivo fuera del subdesarrollo, como si hubiese una
conspiración mundial por parte de las Naciones desarrolladas, para mantener en
el subdesarrollo a todas las comunidades subdesarrolladas. Espero que esto no
sea así y que sólo sea consecuencia del retrazo
en la visión, como consecuencia del vertiginoso crecimiento asimétrico que
experimentamos en las últimas décadas, lo que genera un cambio en las reglas,
ahora podemos percibir al mundo en al menos tres capas, lo cual nos permite
tener una visión del desarrollo en término de ellas, un desarrollo para los
ciudadanos y un desarrollo de la capa de “estructuras” ¿cómo armonizar estas
dos capas en programas de desarrollo para las comunidades del “tercer mundo” ?
Propongo
que coexistan los programas asistenciales (de nutrición, salud y educación) y
transformemos los programas productivos en sistemas empresariales con una
economía de escala y los insertemos en la economía de mercado, a través de la
fusión de los agentes económicos familia empresa, mediante la formación de
cooperativas, mismas que sean diseñadas, dirigidas y administradas a través de
la contratación de especialistas efectivos en ese ámbito y que se prepare a la
siguiente generación para que participe en la administración y dirección de
estás empresas.
Uno de los
elementos coyunturales para que los países del primer mundo ayuden a los países del tercer mundo es la respuesta a la
pregunta ¿Cómo financiar el desarrollo? Si por financiar entienden sufragar los
gastos para el desarrollo de 4,000 millones de habitantes, pues será realmente
dificultoso, porque pretenderíamos que una parte del producto nacional bruto de
las naciones desarrolladas se destinara como ayuda a las Naciones subdesarrollados, sería algo así como un
impuesto a los países desarrollados que se transfiriera a los países del tercer mundo (qué bien merece en aras de
la “justicia”). Pero también financiar puede significar la inversión en la
creación de nuevas mercados a través de la creación de empresas, propiedad de
los ahora subdesarrollados, que
generen el desarrollo y que participen, en unos 20 años, en los mercados
mundiales en igualdad de circunstancias y capacidades, también significa la
creación, no de “muros de contención”,
sino de polos de desarrollo que
eliminen las “diferencias de potencial”
que promueven la inmigración a los países desarrollados.
Este
mismo modelo, pero en menor escala, es completamente aplicable a México,
promovamos la participación de las comunidades subdesarrolladas en economías de mercado a través de la creación de
empresas, propiedad de los ahora subdesarrollados,
que participen con economías tecnológicas de escala, nuevamente, a través
de la fusión de los agentes familia y empresa, mediante la creación de
cooperativas, diseñadas, dirigidas y administradas por expertos y financiadas
por quienes detentan el capital, como programas de inversión en mercados
futuros, digamos como un 4% de su producto bruto como inversión en mercados
futuros y transfiriendo el costo de la corrupción
a esta inversión, digamos el otro 6%, en total unos 66,000 millones[2]
de usd anuales, por diez años y después, a la buchaca de los empresarios financieros,
por supuesto que pagando sus respectivos impuestos. Ojo, para nada que los
dueños del dinero inviertan en la creación de las nuevas empresas y participen
como socios, porque aparecerá el fenómeno de las empresas itinerantes o de los vampiros empresariales. Ellos invierten
en la creación de mercados futuros y productos a futuro y, porque no decirlo,
en la eliminación de la corrupción. Casi
será inmediato el beneficio para los
inversores, porque ellos participarán de los mercados que generará la creación
de la infraestructura y de los bienes de capital para el desarrollo y
participarán de un mercado mayor al que actualmente tienen, es como si tuvieran
la posibilidad de participar en la formación de un país, con una inversión en
la apertura del mercado (una inversión, no corrupción) y además, la eliminación
del costo de la corrupción, esto es un
negocio redondo, el gobierno con sus políticos tienen como factura la
eliminación de la corrupción, factura que pagarán al inicio del programa. Y
bueno, a TRABAJAR!!!
[1] Y de todas
aquellas que experimentaron y continúan experimentando las mismas
circunstancias y que por consecuencia de mi ignorancia desconozco.
[2] Los datos para
estos resultados fueron comunicados por Rodolfo Loyola Vera, director del
Centro de Estudios Estratégicos del Sistema Tec de Monterrey, sin el objetivo
para el cual los empleo, y por más que intento cubrir la información, aunque ya
fue hecha pública a través de un programa noticiero televisivo, me traiciona
las ansias con que vivo para eliminar la mentira y el engaño en mi ser.